La morfopsicología es una pseudociencia de estudio de la personalidad que aborda las supuestas relaciones entre las características morfológicas de la cara de una persona y su perfil psicológico. Según sus practicantes, la morfopsicología no comparte nada sustancial con la fisiognomía del teólogo suizo Johann Kaspar Lavater (1741-1801), desacreditada desde hace más de un siglo, lo que sí defienden sus críticos desde la ciencia.

El término «morfopsicología» es una traducción de la palabra francesa «morphopsychologie» que el psiquiatra Louis Corman (1901-1995) acuño en 1937 cuando escribió Quinze leçons de morphopsychologie (Quince lecciones de morfopsicología), su primer libro sobre este tema.

Corman fundó la Sociedad Francesa de Morfopsicología en 1980 y definió diversas leyes, incluida la ley de dilatación-retracción, según la cual: «Todo ser vivo está en interacción con su medio. Si las condiciones son favorables, las estructuras físicas y fisiológicas tienden a expandirse, en el caso contrario, ellas se reducen».

En 2009, el Dr. Julián Gabarre Mir evoluciona esta disciplina a partir de la primera comprobación científica de los supuestos teóricos de la morfopsicología, con su tesis doctoral «Rostro y Cerebro: dos caras de una misma realidad» en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona con calificación de CUM LAUDE por unanimidad, iniciando así la labor de situar este conocimiento dentro de los parámetros científicos . Actualmente, su equipo investigador han realizado los 2 primeros primeros estudios (y otros que están prensa) en los que se sigue demostrando la relación entre rostro-cerebro y psciología.

Entidades divulgadoras hispano-americanas de la morfopsicología

Instituto Superior de Morfopsicología, creado por el Dr. Julián Gabarre Mir en 1996, autor de la obra «El rostro y la personalidad«.

Instituto de Morfopsicología Louis Corman,​ creado en 2009 (ha colaborado estrechamente con la Société Française de Morphopsychologie para la reedición en español de la obra del creador de la Morfopsicología Louis Corman, «Rostros y Caracteres»).

Morfopsicología básica en trabajos de la policía

Es a lo largo de la experiencia morfopsicológica, que el profesional de fuerzas y cuerpos de seguridad podrá evaluar las tendencias naturales de cada individuo, es decir, saber si una persona será propensa o no a cometer un determinado delito. En todo caso, podremos “ver” la predisposición para cometer el acto. Hay que evitar sentencias inflexibles como “ha sido este”, ya que existen múltiples elementos a evaluar y caeríamos en un error. Recordemos que la Morfopsicología es “tendente a…” y no concluyente, pues el hombre está en constante cambio. También tenemos que considerar que si el individuo posee sienes muy hundidas (fanatismo) o mandíbula asimétrica (reacciones inesperadas), su comportamiento será más peligroso. Expongo a continuación los 4 rasgos más básicos de malhechores o delincuentes, con su respectiva y sencilla morfología facial:

Ladrón:

Lo veremos principalmente en una zona baja en expansión y boca carnosa (necesidad de materia), frente en RL (primero actúa y después piensa), ojos saltones (descontrol) y nariz introducida en la zona física que no le pertenece (olfato para el dinero).

Psicópata o sádico:

Las personas que padecen psicopatía, cosifican a los demás (tratan como cosas), sin sentimientos. Ello se plasmará en una zona media inhibida, con los pómulos hacia dentro, dando la forma de un reloj de arena. La expansión es cerebro-instintiva (alta y baja) con lo cual son seres extremadamente listos y que saben conseguir todos sus objetivos, pasando desapercibidos entre la multitud.

Violador:

Se plasmará en unos ojos átonos o caídos (débil consciencia de lo que hace), zona instintiva dilatada, cuello ancho y boca grande, de labios muy carnosos (gran demanda sexual), con las comisuras de la boca hacia abajo, signo que no ha podido abastecer la gran necesidad carnal, y por tanto, manifestando así el “dolor”.

Violento o agresivo:

Se dibujará en un modelado abollado y sienes ahuecadas (gran tensión, ideas laberínticas y pasión), mostrando un carácteramor – odio” sin existir las medias tintas. La zona emocional será dilatada y de pómulos anchos (imposición de su voluntad). Es interesante remarcar que la zona emocional excesivamente desarrollada, en un abollado, tiende a otorgar violencia. La mirada será dura y de cejas encrespadas, de ojos hundidos (vive su mundo propio). Podrá tener orificios nasales redondos (brutalidad) y RL general (impulsividad).

Una compilación del Dr Fabián Sorrentino, creador del Modelo MƐT® Este artículo es parte de la currícula de la Carrera de Coaching & Mentoring de Ser.Red. Y una extensión bibliográfica del Manual del Mentor.

Fuentes: Wikipedia y gabinete de morfopsicología. Sitio Web de Ramón Maristany.  Insituto Louis Corman.
Más información en el Diccionario de Morfopsicología.