Es el nombre genérico de los tumores melánicos o pigmentados (mélas(μελας gr.) «negro» + -o-ma 1 (-ομα gr.) «tumor») y el melanoma maligno es una grave variedad de cáncer de piel, causante de la mayoría de las muertes relacionadas con elcáncer de piel. Se trata de un tumor generalmente cutáneo, pero también del intestino y elojo (melanoma uveal) y altamente invasivo por su capacidad de generar metástasis. Actualmente el único tratamiento efectivo es la resección quirúrgica del tumor primario antes de que logre un grosor mayor de 1 mm.

Diagnosticarlo no siempre es fácil. Con frecuencia se le confunde con una verruga u otro tumor benigno. Por lo tanto, es importante realizar un examen microscópico.

Cerca de 160.000 casos nuevos de melanoma se diagnostican cada año mundialmente, y resulta más frecuente en hombres y personas de raza blanca que habitan regiones con climas soleados. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, ocurren cada año cerca de 48.000 muertes relacionadas con el melanoma. Se estima que el melanoma maligno produce un 75% de las muertes asociadas al cáncer de piel.

Por lo general, el riesgo de un individuo de contraer un melanoma depende de dos tipos de factores: intrínsecos y ambientales. Los factores intrínsecos incluyen la historia familiar y el genotipo heredado; mientras que el factor ambiental o extrínseco más relevante es la exposición a la luz solar.

Los estudios epidemiológicos sugieren que la exposición a la radiación proveniente de la luz ultravioleta (UVA y UVB) es una de las causas principales en la aparición del melanoma.

El melanoma es más frecuente en la espalda de los hombres y en las piernas de las mujeres. El riesgo parece estar fuertemente influido por las condiciones socioeconómicas de la persona, no tanto por el hecho de que su ocupación se desarrolle en el interior o en el exterior de un edificio. De modo que es más común ver melanomas en profesionales y personal administrativo que en trabajadores o graduados. El uso de camas de bronceado con rayos ultravioleta penetrantes se ha asociado con la aparición del cáncer de piel, incluyendo el melanoma.

La radiación causa daño en el ADN de las células, típicamente una dimerización de la timina que, al no ser reparado por la maquinaria intracelular, crea mutación en los genes celulares. La secuenciación masiva del genoma de muestras de melanomas metastásicos de pacientes ha permitido detectar distintas mutaciones, no solo mutaciones puntuales (transiciones C->T principalmente), sino también reordenamientos cromosómicos (deleciones, amplificaciones, translocaciones), incluyendo el fenómeno de la cromotripsis, que provocan una alta inestabilidad genómica. Cuando la célula se divide, estas mutaciones se propagan a nuevas generaciones de células. Si la mutación ocurre justo sobre un protooncogén (dará lugar a un oncogén) o si se produce en genes supresores tumorales, la velocidad de la mitosis o división celular en las células se vuelve descontrolada con las mutaciones, conllevando a la formación de un tumor. La mayoría de los estudios sobre quemaduras sugieren una relación positiva o directa entre las quemaduras a edades tempranas y el consiguiente riesgo de padecer melanoma. Los pacientes que presentan un historial de alta exposición a la luz ultravioleta, suelen tener un porcentaje de mutaciones en genes como NRAS o BRAF (oncogenes) superior al que poseen los pacientes con una exposición normal o baja.

Clasificación
Según su localización se denominan:

Melanoma cutáneo cuando el melanoma comienza en la piel

Melanoma uveal u ocular cuando se presenta en el ojo

Melanoma intestinal cuando aparece en el intestino

⃞ Tiene formas compuestas:

Melanoma amelanótico

Melanoma de extensión superficial

Prevención
Para prevenirse del melanoma, ante la llegada del verano, es preciso adoptar una serie de medidas de protección, como la utilización de gorras o sombreros que no dejen pasar los rayos solares, de cremas con factor protección solar mayor de 50, así como tomar el sol de una forma gradual y evitarlo en las horas de irradiación más intensa (entre las 12:00 y 16:00). Incluso debajo de las sombrillas el sol es dañino, ya que el efecto espejo de la arena puede inducir los rayos solares con mayor intensidad.

El prototipo humano con mayores posibilidades de contraer dicha enfermedad es una mujer entre 40 y 45 años, de piel y ojos claros que realice exposiciones solares intensas e intermitentes desde la infancia, con quemaduras en la etapa infantil, con un número importante de nevus congénitos o atípicos, y con antecedentes familiares de melanoma.

Algunos consejos para prevenir la aparición de melanomas son:

⃞ Tomar el sol con protección adecuada.

⃞ Utilizar el protector solar adecuado y por todo el cuerpo.

⃞ Utilizar la dosis adecuada por el fabricante.

⃞ Debe tenerse en cuenta a la hora de la elección del filtro tanto los rayos UVA como los UVB.

⃞ Recurrir si fuera necesario a la fotoprotección oral que palía las carencias y defectos de la protección tópica.

Véase cáncer y problemas en la piel. Además, obsérvese la utilidad de la parte del cuerpo afectada por este tumor para saber a qué área de la vida va dirigido el mensaje.