La hiperventilación se produce cuando la cantidad de aire inspirado y la de aire espirado no es igual.

De hecho, cuando una persona inspira más aire del que espira, se aporta un excedente de oxígeno al organismo. Muchos confunden los síntomas de la hiperventilación con los de una crisis cardiaca.

La hiperventilación se produce cuando se experimenta miedo a perder el control. La persona afectada se reprime demasiado, no se deja llevar por lo que siente. Tiene miedo a lo desconocido y no confía mucho en sí misma.

Si eres de los que se hiperventilan con frecuencia, procura no formar parte de situaciones que te exijan demasiado. Acepta tus miedos y tus límites. Ve gradualmente hacia lo desconocido, hacia experiencias nuevas. No se trata de obtenerlas todas, ya que de este modo bloquearías algunos de tus deseos, sino de no aspirar la vida demasiado aprisa queriendo experimentarlo todo de un golpe. La hiperventilación consiste en una inspiración rápida y una expiración corta, trayendo un excedente de oxígeno en el organismo.

Las causas pueden ser la acidosis, la ansiedad, la fiebre, un ejercicio físico intenso. Padezco hiperventilación porque no acepto el cambio. Por lo tanto, siento un sentimiento de inquietud frente a lo nuevo y dudo en hacer confianza a la situación actual; rehúso abandonarme.

Mi cuerpo me da un mensaje y tomo consciencia de él. Respiro normalmente, me suelto, me abandono. Mi vida se transforma, me alegro. Me libero de todos mis temores. Respiro con alegría en la vida.