Herbert Marshall McLuhan (21 de julio de 1911 – 31 de diciembre de 1980) fue un educador, filósofo, académico, profesor de literatura inglesa, crítico literario y teórico de la comunicación canadiense, uno los fundadores del estudio de la ecología de los medios y considerado hoy un gurú de los medios de comunicación de masas y la cultura popular.

McLuhan es el creador de numerosos conceptos hoy muy populares acerca de los medios de comunicación y la sociedad de la información, tales como la «Galaxia Gutenberg», la «aldea global», la diferenciación entre medios «fríos» y «calientes» y la descripción de los medios de comunicación como «extensiones» de la persona.

Una investigación de Graciela Paula Caldeiro (2005), publicada en , relata que Mc Luhan, saltó a la fama en 1964 cuando publicó Understanding Media. El libro, sin recursos publicitarios, se trasformó en un best seller en Harvard y otras universidades.

«¿Cuál era el particular enfoque de Mc Luhan? Esencialmente, podría decirse que no tenía ninguno. La aproximación de Mc Luhan a un determinado problema partía de negar un punto fijo, puesto que la comprensión requiere siempre, para él, un enfoque multidimensional. Con total libertad, sus escritos carecen de argumentaciones complejas o de tesis alguna que se desarrolle linealmente a lo largo de sus páginas.

Cabe pues recordar anecdóticamente que cuando le preguntaban a Mc Luhan qué era la verdad, él elegía responder con una cita de Hércules Poirot, el detective de Agatha Christie:

‘Es todo lo que patea el tablero’

Y en ese sentido, es innegable que Mc Luhan fue, en efecto, un hombre libre. Su lápida reza, con tipografía digital analógica:

‘La verdad nos hará libres’

Diarios y revistas lo recordaron a su muerte apelando a los calificativos más enfáticos con los que en vida lo habían celebrado o pradodiado: ‘Místico de la Aldea Electrónica’, ‘El más hippie entre los académicos y el más académico entre los hippies’ son algunos ejemplos elocuentes.

Las persepctiva de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación social, se ha dado en llamar ‘determinismo tecnológico’. Aunque es probable ver en él, también, un visionario. En efecto, cuando Mc Luhan murió, la televisión por cable aún no era una realidad mundial, los habitantes de la ‘Aldea global’, aún poco sabían sobre interactividad, e-books, multimedia, videoconferencias… pero la obra de Mc Luhan nos ha dejado un marco teórico que nos permite estudiar y comprender la naturaleza de estos nuevos medios que han revolucionado la historia de la comunicación de la humanidad.

Redefiniendo medios y mensajes Cuando Mc Luhan, promediando la década del 60, llamó por primera vez la atención del público, hubo quienes interpretaron que lo que el hacía era promover el fin de la cultura del libro para propiciar la era de la televisión. Pero en realidad lo que él hacía no era sino advertir sobre el poderoso potencial del nuevo medio. Se sabe que en su vida privada Mc Luhan rechazaba a la TV a tal punto que le pedía a su hijo que impidiera que sus nietos la vieran. En efecto, llamó a la TV ‘el gigante tímido’ y pretendía promover una concientización respecto a su enorme poder.

El pensamiento de Mc Luhan respecto a los medios de comunicación se inicia a partir de las siguientes ideas:
1. Somos lo que vemos
2. Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman

En esta línea, podría afirmarse que veía en los medios antes agentes de ‘posibilidad’ que de ‘conciencia’: así, los medios podrían compararse a caminos y canales antes que obras de valor artístico o modelos de conducta a seguir.

Es habitual que pensemos que los medios no son sino fuentes a través de las cuales recibimos información, pero la concepción de Mc Luhan era que cualquier tecnología (todo medio) es una extensión de nuestro cuerpo, mente o ser. Los medios tecnológicos son entendidos como herramientas que extienden las habilidades humanas, del mismo modo que una bicicleta o un automóvil son una extensión de nuestros pies… la computadora sería una extensión de nuestro sistema nervioso central.

El medio es el mensaje La famosa frase ‘El medio es el mensaje’ nos lleva a la preguntarnos qué es el medio y qué es el mensaje.

Así como el medio es entendido como una extensión del cuerpo humano, el mensaje no podría ser entonces simplemente reducido a ‘contenido’ o ‘información’, porque de esta forma excluíriamos algunas de las características más importantes de los medios: su poder para modificar el curso y funcionamiento de las relaciones y las actividades humanas.

En esta línea, Mc Luhan definirá al ‘mensaje’ de un medio como todo cambio de escala, ritmo o pautas que ese medio provoque en las sociedades o culturas. De esta forma, el ‘contenido’ se convierte en una ilusión, en el sentido de que éste se encuentra enmascarado por la intervención del medio (la mediatización).

Medio y mensaje funcionan en pareja puesto que uno puede contener a otro: el telégrafo, contiene a la palabra impresa, que contiene a la escritura, que contiene al discurso… y así, por lo que el contenido se convierte en el mensaje del medio continente.

Habitualmente no notamos que existe interacción entre los medios y dado que su efecto en nosotros, en tanto audiencia, suele ser poderoso, el contenido de cualquier mensaje resulta menos importante que el medio en sí mismo.

Las cuatro edades Una manera de intentar sistematizar algunas ideas que caracterizan el pensamiento de Mc Luhan es realizar un breve recorrido por la historia de la comunicación, de acuerdo con la concepción que éste tenía de cada etapa.

La historia de la civilización recorre tres fases según McLuhan:
1. El estadio tribal. Es un periodo asociado a un fenómeno que él ya considera tecnológico: la comunicación verbal. Para él es tecnología la creación de un medio que no poseemos cuando nacemos. McLuhan no se refiere a una lengua como una combinación de fonemas. Él se refiere a las lenguas que cuentan con series de sonidos asociados a objetos. ¿Por qué hemos desarrollado un lenguaje donde predomina la funcionalidad sobre la descripción de las emociones?

2. El estadio de destribalización. El momento clave en el que se inicia un segundo estadio de la civilización es la creación de la escritura. La abstracción, la separación y distancia de los símbolos respecto de los objetos llevó a la civilización a un estado más racional y funcional, donde nacen los conceptos de útil y beneficioso. La exigencia de racionalización que determina la escritura produce un desarrollo especial de la vista, porque requiere una organización sistemática, visual, del conocimiento. El concepto de destribalización no es nuevo. La división que supone la escritura es compartida por el sociólogo Max Weber o por Northrop Frye.

3. El estadio de retribalización. Supone una vuelta atrás y está marcada por la aparición de los medios tecnológicos en el ámbito de la comunicación. Los medios electrónicos redescubren las facultades eclipsadas por la cultura quirográfica e impresa. La radio, como extensión del oído, y la TV, como extensión del tacto, tienen la capacidad de romper los equilibrios naturales para restituir al individuo la totalidad de sus sensaciones. Por un lado, recrean el contacto oral inmediato que fue típico de la vida arcaica comunitaria y tribal. Por otro lado, derriban las barreras estatales derivadas a su vez de los efectos de la escritura y dan cuerpo a los proyectos de mundialización de la cultura.

La aldea tribal Es posible que el habla se haya iniciado hace unos 30.000 años, pero la comunicación escrita-alfabética tiene tan solo unos cuatro milenios de antiguedad. La aldea tribal es pues una aldea analfabeta y su duración en la tierra habría tenido la extensión de unos 26.000 años.

Durante todo ese tiempo, junto con otros factores (innovaciones tecnológicas desde el fuego y los metales hasta los medios de trasporte y las armas) hicieron que el hombre dejase de ser cazador y nómada para aprender los secretos de la agricultura y transformarse en un ser sedentario. Aparecieron, pues, las aldeas estables, se desarrollaron recursos defensivos, lo cual abrió el paso para las primeras ciudades y, más tarde, las civilizaciones, con todo lo que ellas implican: la formación de clases, jerarquías, estructuras administrativas, etc. La aldea tribal se caracteriza porque será la palabra oral el único medio de comunicación del que disponía el hombre.

La palabra oral como medio de comunicación estimulaba el oído antes que la vista, involucrando sensorial y emocionalmente al oyente e integrándolo así al grupo de pertenencia (el clan, la tribu). En la aldea tribal, la única posibilidad de transmitir experiencias y acumularlas era haciéndolo en un espacio restringido que estaba representado por la memoria del grupo puesto que aún no existían ni la historia ni las escuelas ni la burocracia… los hombres estaban ‘sensorialmente’ integrados.

El hombre alfabético-quirográfico Esta era se inicia con la invención de la escritura hasta la difusión de la imprenta en Europa, por lo tanto, esta etapa se extendería a lo largo de unos 3.500 años. Durante este período de tiempo aparecen numerosas ‘extensiones del hombre’ en el campo de las máquinas y herramientas. Pero aparecerá también la escritura alfabética que puede ser considerado el primer medio capaz de recoger, conservar y transmitir las experiencias humanas, reduciendo la función nemónica de los individuos, el peso dogmático de los proverbios e incluso la autoridad de los ancianos, que hasta entonces eran los depositarios de la historia y la tradición, cargando con la función de transmitirlas a las élites administrativas religiosas y fiscales.

El alfabeto se concreta en una perspectiva sensorial-visual y posee una clara función analítico-lineal, en efecto la linealidad es una característica predominante de la vista si se la compara con otros sentidos como el oído, el gusto y el tacto.

Mc Luhan dirá que que esto deriva en una disociación entre la sensibilidad interior del hombre alfabetizado. Mc Luhan verá, además, que la disolución de la familia y el clan hacia sociedades más abiertas es una consecuencia mediata de la alfabetización, en el sentido que ésta posibilita la homogeneización entre las culturas, la uniformidad de los individuos ante las leyes escritas y, particularmente, la revolución que la escritura generó en el pensamiento griego que marcó el paso de lo ‘salvaje’ hacia la filosofía y la ciencia.

La galaxia Gutemberg o la Aldea Global En la introducción a The Gutemberg Galaxy Mc Luhan dice que la palabra ‘ambiente’ hubiera sido preferible para describir el período pero luego reflexiona: El término galaxia expresa perfectamente al conjunto simultáneo y recíproco de diversos factores no directamente relacionados entre sí.

Este período comprende los casi cuatro siglos que van desde la difusión de la imprenta en la Europa de la modernidad hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando el telegráfo cambiaría para siempre la historia de la comunicación humana.

En el mundo occidental, solo una tercera parte de la historia ha sido tipográfica, aunque, por cierto, la relación entre esta etapa y la anterior es interdependiente. Para Mc Luhan, la ‘civilización’ es equiparable a ‘la cultura de la escritura’, cultura que, según su opinión, competirá con la cultura electrónica. Observará, además, que mientras que la escritura manuscrita destacaba la insignificancia y la torpeza de la irritación especializada propias del signo visual, en la pagina impresa, predominará la linearidad y la repetitividad.

La Galaxia Marconi o la Aldea Cósmica Mc Luhan dijo que el ciclo histórico entre los medios-mensajes y el hombre-usuario, concluye en la actual Galaxia Marconi, caracterizada por el medio televisivo.

En síntesis, hay una referencia de hecho (aunque probablemente intuitiva) a tres diferentes órdenes de innovaciones tecnológicas:

1. Un orden electrico: el telégrafo y el teléfono, medios que redujeron el espacio psicosocial en asociación con otras ‘extensiones’ como los medios de transporte.

2. Un orden electrónico: dispositivos centrados esencialmente en el uso de válvulas.

3. Tecnologías recientes: estas tecnologías parecen invadir todas las técnicas convencionales de comunicación haciendo confluir la comunicación y la información de forma integrada y universal asociando todos los aspectos de la comunicación humana: desde la administración pública, hasta los servicios sociales, desde el entretenimiento hasta la salud y la educación.

Medios fríos y Medios calientes La clasificación que hace Mc Luhan de los medios como ‘calientes’ o ‘fríos’ surge de significados técnicos como ‘definición’ e ‘información’ y se sustenta más en la experiencia sensorial que en el significado de las palabras.

En el mundo de la TV, ‘alta definición’ significa precisión, detalle, calidad en referencia a cualquier imagen visual. De acuerdo con este criterio, Mc Luhan explicó que las letras del abecedario, los números, las fotografías y los mapas son objetos de alta definición.

Un medio de tales características brinda mucha información y un receptor pasivo. Por el contrario, las formas que no se definen con tanta calidad como por ejemplo, los dibujos animados, serían de baja definición porque nuestros ojos se ven en la obligación de completar lo que falta para obtener una percepción acabada. Este principio de ‘completar los espacios en blanco’ también se aplicaría a los sonidos. Al brindar poca información, los medios de baja definición exigen un receptor activo.

Es necesario aclarar que cuando Mc Luhan se refiere a la ‘información’ que un medio transmite, no se refiere a datos o conocimientos sino al modo en que nuestros sentidos físicos responden a un medio o participan en él. En conclusión, los medios de alta definición son medios calientes y los de baja definición son medios fríos.

Serían pues medios calientes la radio, la imprenta, las fotografías, las conferencias; y medios fríos el teléfono, el habla, la televisión, los seminarios, entre otros».

Beth Ludojoski – viernes, 21 de marzo de 2008, 15:19