El 22 de julio pasado a la edad de 92 años murió George A. Miller, uno de los psicólogos más importantes del siglo 20. En latinoamérica, donde el psicoanálisis es la corriente dominante, esta noticia pasó desapercibida y me pareció injusto que no se le rindiera homenaje a uno de los fundadores de la psicología cognitiva y pionero de la investigación neuropsicológica. No es mi objetivo publicar una extensa biografía del Dr. Miller, sino más bien exponer cuáles fueron sus principales descubrimientos y así contribuir al conocimiento de los psicólogos que ignoran esta rama de investigación.

Quién fue George A. Miller
El Dr. Miller nació el 3 de Febrero de 1920 y, a mediados de la década de los 50, revolucionó el mundo de la psicología al demostrar por medio de sus estudios que la mente humana, aunque invisible, se puede observar y demostrar en el laboratorio. Su famosa investigación: “ El mágico número siete, más o menos dos”, instauró una nueva concepción sobre el pensamiento y abrió un nuevo campo en la investigación, conocido como la psicología cognitiva.

LA PALABRA “COGNITIVA”, CONSIDERADA TABÚ POR LOS CONDUCTISTA, MARCÓ UNA RUPTURA CONTRA EL ESTABLISHMENT DEL CONDUCTISMO.

En 1955 la corriente dominante en EE.UU era el conductismo. Esta corriente de la psicología había rechazado las teorías de Freud sobre la mente por ser muy intangible, indemostrable y vagamente mística. En vez de estudiar la mente, los investigadores conductistas se concentraron en estudiar la conducta en laboratorios, observado y probando las respuestas de los sujetos a diversos estímulos. El Dr. Miller había sido entrenado por el conductismo pero fué el primero de muchos investigadores en desafiar los principios científicos a inicios del año 1950. Junto a su colega Jerome S. Bruner, le dieron el nombre a un nuevo campo de investigación, cuando establecieron un laboratorio de psicología, llamado Centro de Estudios Cognitivos en 1960.

En el 2006 el Dr. Miller escribió
Para alguien que fué criado para respetar la ciencia reduccionista, la ‘ciencia cognitiva’ hizo una declaración definitiva. Esto significó que estaba interesado en la mente.

El mágico número siete, más y menos dos.
El Dr.Miller tomó uno de los modelos de prueba de las ciencias computacionales para demostrar que la memoria de corto plazo de los seres humanos cuando se enfrentan a lo desconocido, sólo puede memorizar alrededor de cinco y nueve cosas nuevas, es decir siete.

Cuando le pedimos a las personas que repitan una lista aleatoria de letras, números y palabras, las personas quedan atrapadas alrededor del número siete, sostuvo Miller.

Algunas personas pueden recordar hasta nueve ítems de una lista y algunos menos de siete. Independientemente de lo que sea recordado: colores-palabras, números con decimales, números sin decimales, consonantes y vocales) siete fue el promedio estadístico de la memoria a corto plazo. Mientras que la memoria a largo plazo es virtualmente ilimitada.

El Dr Miller fue incapaz de explicar por qué las personas solo pueden recordar alrededor de siete objetos. Pero especuló que podría haber favorecido la supervivencia de los primeros seres humanos que solo podían retener poca información sobre muchas cosas en lugar de mucha información sobre una pequeña cantidad de cosas

El cerebro es un procesador de información, con un sistema que obedece las reglas matemáticas que puede ser estudiado. Fue su máxima conclusión y sirvió de fundamento para la ciencia cognitiva.

Como los grandes científicos,el Dr.Miller se intereso por un fenómeno y luego simplemente saltó para intentar iluminar el problema. El ayudó a crear el campo de las neurociencias cognitivas a finales de los ‘80. “Fue excepcionalmente generoso” dijo Michael Gazzaniga, renombrado investigador de neurociencias cognitivas en la Universidad de California.

Otras contribuciones.
Además de realizar investigaciones sobre la memoria, el Dr. Miller también se interesó por otras áreas de la psicología. Su primer libro “Lenguaje y Comunicación” (1951) es ampliamente considerado como el trabajo fundacional de la psicolingüística (el estudio de cómo las personas aprenden, usan e inventan el lenguaje). También colaboró con el reconocido lingüista Noam Chomsky en diversas investigaciones sobre la matemática del lenguaje y los problemas computacionales para la interpretación de la sintaxis. Además condujo algunos de los primeros experimentos sobre cómo las personas entienden las palabras y las oraciones, que se convirtieron en la base de la tecnología del reconocimiento de voz computarizada. En 1960 publicó, en conjunto con Eugene Galanter y Karl H. Pribram, “Plan y Estructura de la Conducta”, que fue el primer intento de sintetizar las investigaciones de la inteligencia artificial con la investigación psicológica de cómo los seres humanos inician una acción. Algunos dicen que el objetivo de este libro fue sobre cómo construir un mejor robot. Y en 1986 supervisó el desarrollo de Wordnet, un centro de datos electrónicos que intentaba ayudar a las computadoras a entender el lenguaje.

“George Miller, se merece más que nadie el crédito por la existencia de la moderna ciencia de la mente y fue sin duda uno de los psicólogos más influyentes del siglo 20”, dijo el reconocido psicólogo de la Universidad Harvard, Steven Pinker.

Las investigaciones de George Miller son ejemplos de los novedosos aportes que la psicología puede ofrecer y de que podemos romper contra la corriente dominante y desarrollar investigaciones útiles y novedosas. Pero para lograrlo, debemos fomentar más y nuevas investigaciones, en vez de quedarnos estancados repitiendo y repitiendo de forma casi dogmática lo que sostuvieron algunos psicólogos en el pasado. Recordemos que la psicología es una ciencia y por lo tanto debemos investigar y revolucionar.