Estado psicológico en el que en vez de movernos internamente de una a otra de nuestras características o formas de ser, nos quedamos atascados en alguna de ellas, como por ejemplo en el resentimiento, la envidia, la fantasía, la conducta de ayudar, etc. Ello supone que hay una hipervalorización o una hiperexigencia sobre la actuación de ese rasgo, a costa de todos los demás. Esto da una rigidez a la persona, porque deja de fluir con las nuevas situaciones que la vida le va presentando. Así, una persona fijada en la melancolía no sale a divertirse con los amigos, o no ríe de un chiste; y una persona fijada en la culpa no deja de hacer penitencia, aunque la persona agraviada haya olvidado hace mucho tiempo el tema.

La fijación es un concepto utilizado en psicoanálisis para denominar la ligazón de la libido a determinadas personas, imagos o representaciones psíquicas de los objetos. Sigmund Freud se refiere a ella como:

La fijación hace que la libido se una fuertemente a personas o imagos, reproduzca un determinado modo de satisfacción, permanezca organizada según la estructura característica de una de sus fases evolutivas. La fijación puede ser manifiesta y actual o constituir una virtualidad prevalente que abre al sujeto el camino hacia una regresión.
El concepto de fijación forma parte, en general, de una concepción genética que implica una progresión ordenada de la libido (fijación a una fase). Pero, aparte de toda referencia genética, también se habla de fijación dentro de la teoría freudiana del inconsciente, para designar el modo de inscripción de ciertos contenidos representativos (experiencias, imagos, fantasías) que persisten en el inconsciente de forma inalterada, y a los cuales permanece ligada la pulsión.

Los conceptos de fijación y regresión en la teoría psicoanalítica están relacionados con la evolución de la libido, esta energía sexual hace referencia a toda forma de actividad del organismo que tenga naturaleza instintiva y cuya finalidad sea la obtención del placer. Esta fuerza impulsiva tiene una evolución en nuestro organismo a partir del nacimiento hasta su desarrollo emocional completo.

Existe fijación de la libido cuando su evolución ha quedado detenida o excesivamente fijada en alguna de sus etapas, la regresión en sentido temporal significaría el regreso a formas psíquicas anteriores o más antiguas que se reactivan como el autoerotismo y el narcisismo. En nuestro psiquismo siguen existiendo estados primitivos que bajo ciertas circunstancias pueden reactivarse y volver a instalarse, puede ocurrir que cuando aparecen dificultades la energía libidinal es retirada de los objetos externos y vuelta sobre uno mismo.

Es frecuente el caso de regresión en niños pequeños con la recién llegada de un hermano nuevo, éstos debido a la atención que la madre debe prestarle al recién nacido, empiezan a regresar a etapas anteriores y comienzan a chuparse el dedo, a desear que lo duerman en brazos etc.

En adultos los mecanismos de la regresión y la fijación los podemos observar en los psicóticos, que presentan un estado psíquico de ruptura con la realidad al haber tenido que retirar totalmente sus necesidades libidinales de sus objetos queridos y retraer esta libido objetal a su propio yo. Esto produce en los psicóticos síntomas megalomaníacos y un regreso a un estado de narcisismo por el cual el niño que ha tenido un desarrollo psíquico normal ha atravesado en un periodo muy temprano de su vida.

Fuentes: Wikipedia y Diccionario de Emociones, Actitudes y Conductas de la Universidad Bolivariana.