Es la capacidad de interpretar las relaciones internas y externas que establecen las organizaciones como sistemas complejos con sus clientes, proveedores, personal, comunidad, territorio y otros actores sociales, sectoriales e institucionales.

Evidencias de esta Capacidad

  • Comprender las razones que motivan determinados comportamientos en los grupos u organizaciones.
  • Comprender y describir las relaciones de poder e influencia existentes dentro de la empresa.
  • Identificar la estructura formal.
  • Entender y utilizar las normas y los procedimientos establecidos.
  • Comprender y prever cómo nuevos acontecimientos o situaciones afectan a la empresa: fusiones, nuevos competidores, nuevos productos.
  • Identificar nuevas influencias en los procesos de trabajo: tecnología, materia prima, supervisión, calificaciones.
¿Por qué organizarnos?

Desde la antigüedad, las personas han debido organizarse para satisfacer aquellas necesidades -las propias y las de su grupo- que no podían abastecer con sus esfuerzos individuales. Adoptaron diferentes estructuras (en familias, en clanes, en tribus, en empresas, en ciudades, en
comunas, etc.) y visiones del mundo, y generaron diversos dispositivos para crear y recrear la sociedad.

Para procurar sus bienes el ser humano comenzó a diseñar nuevos utensilios y herramientas que le permitieran alcanzar, transportar y levantar los elementos que, por sí, no podía dominar, y debió concurrir en ayuda de sus semejantes para resolver los problemas que su inteligencia y el esfuerzo individual no podían solucionar.

En consecuencia, se fueron articulando distintas formas asociativas que, con el correr del tiempo, fueron mutando y complejizándose. Podemos decir que hoy vivimos en un mundo de organizaciones, con y sin fines de lucro, y del más diverso tipo: deportivas, empresarias, religiosas, cooperativas, profesionales, mutuales, etc.

Las organizaciones citadas son distintas pero tienen elementos en común, entre ellos:
– Intención de satisfacer necesidades sociales.
– Un acuerdo básico sobre determinados valores y objetivos.
– Vocación de asociación.

Comparten además las siguientes características:
– Son conjuntos sociales.
– Presentan una división del trabajo.
– Fueron creadas para alcanzar un fin específico.
– Poseen varios centros de decisión.
– Cuentan con recursos.

A este colectivo -creación esencialmente humana- dispuesto a lograr resultados, lo llamamos Organización. Es una conjunción de dos elementos: lo social y lo tecnológico.

Es social, porque en las Organizaciones se desempeñan seres humanos que trabajan en grupo y que se relacionan socialmente dentro y fuera de la Organización. Por su condición necesaria de ser abiertas al medio, influyen y son influidas por las fuerzas del ambiente. Además, las

Organizaciones se desenvuelven en una determinada sociedad y en una época concreta, por lo cual son una consecuencia de su tiempo y espacio.

Es tecnológica, ya que para tomar decisiones y actuar, se aplican conceptos originados en diversos campos del conocimiento: economía y finanzas, contabilidad, psicología, derecho, sociología, informática, telecomunicaciones, impuestos, y -por supuesto- administración.

Además, en función del campo de actividades propio de la Organización se utilizan otras tecnologías específicas, tales como pueden ser, en un laboratorio de medicamentos, la farmacología y la medicina, o en una empresa automotriz la robótica, la electrónica y la física.

Una organización es un sistema socio-técnico creado por el ser humano para alcanzar fines específicos.

De la definición anterior se desprende que toda Organización es, en sí misma, un sistema, dado que su funcionamiento requiere una actuación armónica y coordinada de variables tales como:
Grupos humanos que actúan en diferentes áreas o sectores con diversas especializaciones.
Un sistema de autoridad.
Estructura: división del trabajo y coordinación de las relaciones entre actividades.
Proceso de comunicación.
Sistemas de información.
Negociación permanente.
Proceso decisorio.
Utilización de tecnologías.
Funciones operativas: administración y finanzas, comercialización, producción, relaciones con el personal.

Este funcionamiento, como ya dijimos, está en constante relación con el medio ambiente (clientes, proveedores, sociedad en general, competencia, organismos del Estado, etc.), es severamente influenciado por el
mismo y, a la vez, lo influye.

Toda organización es un sistema, es decir, un conjunto de elementos interrelacionados que tienden hacia un fin común donde el todo es mayor que la suma de las partes.

¿Cuál es la razón de ser de una organización?

Cuando hablamos de la razón de ser de una entidad nos estamos refiriendo a su «marca» genética. A su esencia, a lo que le da origen y además, le otorga continuidad. Nos estamos remitiendo a la Misión.

El enunciado de la Misión de una organización es el primer acto del proceso de decisión estratégica. Es importante como guía y como disciplina, e implica atender mediante un agrupamiento de personas las necesidades sociales que individualmente no se podrían resolver.

Todas las organizaciones tienen su Misión o razón de ser. Dicha Misión evoluciona lentamente y tiene un efecto fundamental sobre lo que la organización opta por hacer o por no hacer, y sobre las acciones que decide llevar a cabo. La Misión de la organización viene determinada por una serie de factores:

– Historia de la misma.
– Cultura.
– Estructura de poder.
– El estilo, las aspiraciones y los valores por los que se rigen las personas clave en la toma de decisiones.

Asimismo, todas las Organizaciones tienen que satisfacer dos propósitos:
1. Social: atender necesidades, hacer que las actividades funcionen, que sean útiles y que satisfagan expectativas para alguien.

2. Económico: satisfacer el propósito social con el mejor uso posible de recursos.

Si bien las organizaciones son sistemas abiertos (influyen y son influenciadas por el medio que las rodea), esta condición no las convierten en meros elementos funcionales de los designios externos, dado que poseen una característica que se llama Identidad Organizacional.

Esta propiedad invariante les permite ser distinguidas como singulares y diferentes de otras. La identidad organizacional toma sus referencias de la cultura, es decir, del conjunto de creencias y supuestos básicos, de la estructura. Esto es, del conjunto de recursos, de las personas y sus relaciones, y de los procesos que se definen.

La identidad esta integrada por:
a.-una “identidad esquema”, común a todas las organizaciones similares;
b.-una “identidad construcción”, producto social resultado de la historia acumulada del quehacer diario.

La identidad es percibida de manera distinta por los miembros de la Organización y por los observadores.

Las formas en que las empresas se han organizado han registrado mutaciones a lo largo de la historia organizacional. Esto se debió a la cultura dominante, al funcionamiento interno y a la influencia del entorno.

En un primer momento, las empresas tenían una lógica mecanicista y autocrática. La configuración era de tipo piramidal, la delegación no existía y todas las decisiones eran tomadas por el jefe supremo. Estas formas todavía subsisten y son las que vemos simbolizadas con una pirámide.

La especialización y la tecnificación hicieron necesario que la tendencia anterior se dejara de lado y se configurasen las empresas en forma funcional, donde se descompone el objetivo central en objetivos por funciones (producción, ventas, administración). Esto no impidió que siguiese existiendo una autoridad jerárquica que coordinaba todas las operaciones.

Podemos hablar de un tercer momento: la forma divisionaria. La necesidad de atender diferentes mercados, o de lanzar y atender distintos productos, obligó a fragmentar la estructura organizacional por zona geográfica o por línea de producto.

Actualmente se ha adoptado una nueva forma que se adapta a los constantes cambios del medio ambiente: la configuración matricial. En este tipo de formación confluyen la dependencia tradicional (funcional) y la dependencia por proyectos o trabajos específicos. Es decir, un grupo de personas que provienen de distintas divisiones de la empresa constituyen un nuevo grupo que se aboca y desarrolla una tarea o proyecto.

Una misma persona puede estar afectada a varios proyectos, con criterios de organización diferentes, durante un tiempo, según sus conocimientos y habilidades, y depender simultáneamente de varios jefes.

Las empresas adoptan diferentes estructuras organizacionales para alcanzar sus objetivos y metas.

Cada organización debe estructurarse entendiendo que su funcionamiento interno (coordinación de recursos y procesos de gestión) debe atender a las presiones e influencias del entorno.

La estructura de una organización es la articulación de recursos que dispone para cumplir sus objetivos.

Programa de Certificación de Competencias Laborales. Ayala, Juan Carlos (*) Competencias Básicas en Gestión Primera Edición, Buenos Aires, Banco Interamericano de Desarrollo, 2005. (66) p. 29×21 ISBN 987-1182-37-6