complejo de inferioridad, en el campo de psicología y psicoanálisis, es un sentimiento por medio del que una persona se siente de menor valor que los demás.

Normalmente es un reflejo mental inconsciente que se proyecta por la imagen distorsionada del yo al ser comparada con las ideas sugestivas que ha obtenido el individuo a lo largo de su vida. Estas ideas sugestivas hacen que el individuo tenga menos capacidades de las que realmente posee y dependiendo del individuo y de cuales ideales se propone lograr, su frustración se convierte en contrapeso de su avance. La mayoría de las personas se ven sometidas a una inmensa propagandas de ideologías de auto superación que el mundo actual fomenta y la mayor concentración es la juventud, haciéndoles creer que muchas de estas ideologías los comprometen a emprender inmensas empresas con el fin de probar sus capacidades y demostrar que están a la altura de lo que el sistema exige.


Por lo general el resultado es que al no lograr estar en los estándares de lo que ha propuesto, su esfuerzo disminuye, o el impulsor de sus ideales o la pérdida de su interés convirtiendo este sentimiento en un complejo basado en que jamás logrará estar a la altura de lo que se espera de él, ya sea por culpa de su propia incapacidad física, mental o emocional.

Se piensa que lleva a los individuos afligidos a sobrecompensar, resultando o en exitosos logros o en comportamiento esquizotípico severo. En contra de un sentimiento normal de inferioridad que puede actuar como motivación para lograr objetivos, un complejo es un estado avanzado de desánimo y evasión de las dificultades.