Acumulación de agua o arena que se forma entre dos partes de la piel, o sea la dermis y la epidermis, a causa de una fricción repetida en el mismo lugar. La acumulación de agua así formada actúa a título de protección natural del cuerpo. Pone pues en evidencia mi falta de protección, en particular en el nivel emocional, o mi falta de resistencia. La ampolla es el recuerdo de una debilidad emocional y el lugar en que se ubica da una indicación del nivel de la debilidad.

Una ampolla a los pies está relacionada con mi noción de seguridad, el suelo en el cual ando, la dirección que tomo. Si está detrás del tacón, está vinculada a mi madre, a mis propias cualidades maternas.

Una ampolla en las manos me lleva a ver la irritación y la frustración en lo que hago o en el modo en que llevo mi vida. Así, mirando en donde está situada la ampolla, puedo preguntarme lo que me irrita en mi vida, lo que me causa una fricción y provoca en mí pena (agua) incluso inconsciente. La ampolla está aquí para aportarme más “luz” sobre lo que vivo.