En realidad tiene sus orígenes en el norteamericano Timothy Gallwey, que elaboró el sistema de aprendizaje que denominó el juego interior (The Inner Game). Gallwey, que curiosamente no se considera coach, formuló la famosa frase: “Siempre hay un juego interior en tu mente, no importa qué este sucediendo en el juego exterior”. Cuán consciente seas de este juego podrá marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en el
juego exterior. El juego interior tiene lugar en la mente del jugador y juega contra obstáculos como el miedo o la desconfianza en uno mismo.

John Whitmore retoma la metodología del juego interior e, influenciado por la Psicología Humanista, que conoce en profundidad a través de su mujer Diana Whitmore y de los estudios que realiza en EE.UU, crea una
nueva metodología. Formando equipo con David Hemery y David Whitaker, funda Performance Consultants a primeros de la pasada década de los 80 y trabaja en la aplicación de estas técnicas al mundo empresarial.
Estilo de Coaching europeo.

John Whitmore comienza su libro declarando que no existen soluciones rápidas: “El buen Coaching es una habilidad, un arte quizá, que requiere una profunda comprensión y una dilatada práctica si se pretende extraer todo su asombroso potencial.”

Para Whitmore, el Coaching consiste en liberar el potencial de una persona, para incrementar al máximo su desempeño. Utiliza la famosa metáfora de la bellota frente al recipiente vacío: somos más similares a una bellota, que contiene en su interior todo el potencial para convertirse en un majestuoso roble. Esta premisa supone aceptar que, en efecto, todos tenemos un potencial que puede ser liberado. Por eso, Whitmore cree que un coach debe ser capaz de ver a las personas no como son sino como pueden llegar a ser. Utiliza las siguiente premisas:

1. Elevar la conciencia, la capacidad de darse cuenta, lo que permitirá al cliente una mayor comprensión de sí mismo y la posibilidad de identificar el lugar al que realmente quiere llegar. La conciencia se desarrolla a través del autoconocimiento y alimenta la confianza, la seguridad y la responsabilidad. Normalmente nuestro nivel de conciencia es muy bajo, el imprescindible para salir adelante en el día a día. El coach ayuda a sus clientes a tomar conciencia del potencial que pueden llegar a desarrollar por sí mismos.

2. Asumir la responsabilidad. La responsabilidad implica reconocer que somos dueños de nuestras acciones. Hacernos responsables es la única opción de darnos el poder de intervenir en nuestra vida. Más allá del juicio de culpable o inocente, cuando nos hacemos responsables, podemos preguntarnos qué hacer, cómo intervenir. Solo así encontramos la posibilidad de actuar.

3. Desarrollar la confianza en uno mismo, para saber que podemos conseguir aquello que deseamos, para reconocernos como un ser único y valioso. La persona que cree en sí misma, tiene confianza en lo que hace y en lo que es. El que cree en sí mismo también creerá en los demás, en el futuro, en la sociedad que le rodea, tendrá una actitud más abierta al cambio y a la posibilidad.

El modelo GROW

Este modelo, creado por Graham Alexander (Inglaterra) y difundido por Whitmore, está ampliamente afianzado en la Escuela Europea y presente en un gran número de organizaciones que lo han implantado como herramienta de liderazgo. De manera muy resumida, estas son sus etapas:

GOAL: se refiere a la meta, tanto de la sesión como del proceso. Se establecen diferentes tipos de meta: meta final, metas de desempeño o intermedias y metas de proceso. Generalmente, la meta final no está totalmente bajo el control del coachee, a menudo depende de circunstancias externas, pero sirve de inspiración o motivación.
Las metas de desempeño o intermedias son previas a la meta final y están más bajo nuestro control. Las metas de proceso son las metas del día a día.

REALITY : realidad actual, situación presente. El coach busca un lenguaje objetivo
y descriptivo para explorar la realidad del cliente, ayudándole a alcanzar niveles profundos de conciencia. En esta fase, se realizan preguntas que apuntan a los hechos y que ayudan a pensar.

OPTIONS: opciones y estrategias posibles. El coach ayuda al cliente a encontrar un número suficiente de opciones, al menos cinco. Cuando el cliente agota todas las posibilidades, el coach puede transmitir alguna idea que el cliente no ha visto, presentándola como una opción más.

WHAT, WHEN, WHO, WILL: qué se va a hacer, cuándo, cómo, quién, además de la voluntad de hacerlo. Es la fase de desarrollar el plan de acción, en la que se pregunta por la opción seleccionada y también por el cómo, el cuándo, el dónde, con quién, los obstáculos posibles, los apoyos, etc.

Una Compilación del Dr Fabián Sorrentino de las siguientes fuentes:
Psicología y Coaching, de Miriam Ortiz de Zárate, psicóloga por la Universidad Autónoma de Madrid. Coach ejecutivo, PCC por la International Coach Federation.
Coaching : un reto para los orientadores: Bisquerra Alzina, Rafael . (2008) Coaching : un reto para los orientadores = Coaching : a challenge for guidance practitioners. Revista Española de Orientación y Psicopedagogía (v.19, n.2), segundo cuatrimestre, 2008, p.163-170. ISSN: 1139-7853, EISSN: 1989-7448