¿Por qué elegir el paradigma apreciativo?

Porque el paradigma de resolución de problemas con foco en el déficit y lo que no funciona, el que nos han enseñado y nos hemos habituados a utilizar cotidianamente, nos conduce a tomar acciones que nos llevan precisamente a ese objetivo, a eliminar lo que no nos gusta y no queremos ver más. Esto es, devolvernos al status quo y al equilibrio. Este paradigma es reparador y conservador, lo que no está mal, pero nos limita para obtener algo mejor.

La propuesta del paradigma apreciativo es focalizarse en las fortalezas, los recursos, y en aquello que queremos ver crecer más, desarrollándolos y potenciándolos de modo tal que las debilidades e ineficiencias sean irrelevantes. Esta manera de enfocar las circunstancias aumenta las emociones positivas, la innovación y la motivación que hacen que alcancemos resultados superiores a los del paradigma de resolución de problemas.

Las organizaciones que solo se focalizan en la resolución de problemas pueden ser eficientes pero difícilmente lleguen a ser excelentes. Las personas que solo se focalizan en corregir y eliminar lo que no está bien en sus vidas, pueden sobrevivir muchos años, pero difícilmente sean plenamente felices. Lo que nos produce felicidad duradera no es ausencia de malestar sino la promoción de estados emocionales positivos y la puesta en práctica de nuestras fortalezas.

La apreciatividad despierta emociones positivas: Alegría, Optimismo, Esperanza, Amor, Gratitud, Orgullo, Serenidad, Inspiración, entre otras, que amplían nuestra mente porque nos predisponen a la creatividad, la innovación y el aprendizaje ayudándonos de este modo a construir nuevos recursos para la vida personal  y laboral.

En el marco de un proceso de desarrollo comunitario intercultural se propone esta nueva metodología operativa en los diferentes espacios comunitarios de relación o en otras estructuras formales existentes en la comunidad. Dialogar apreciativamente significa preguntar y conversar sobre aspectos significativos de la calidad de vida de las personas. Son conversaciones llevadas al cabo de tal forma que hacen posible de manera creíble y palpable los recursos que contienen una organización y los miembros que la componen. En ello participa todo el sistema, es decir, todos los interesados, así los esfuerzos y las energías se concentran en lo que las personas más valoran.

Hacia una definición del Diálogo o Indagación Apreciativa

Es un proceso de desarrollo organizacional que involucra a las personas de una organización con el objetivo de renovarla, cambiarla y focalizar en la performance. Indagación Apreciativa está basado en la suposición que las organizaciones cambian en función de las preguntas que se hacen; aquellas organizaciones que indagan en sus problemas y dificultades obtendrán más de lo mismo, pero aquellas que intenten descubrir qué es lo mejor que pueden encontrar en sí mismas descubrirán cómo tener éxito.

Indagación Apreciativa es una forma de transformar los sistemas humanos en la imagen compartida de su potencial más positivo, basada en las fortalezas propias de dichos sistemas y en la construcción de capacidades. Ellos sostienen que IA es cambio movido por la imagen compartida más positiva y vívida del mundo que anhelamos, impulsado por la magnificación de nuestras virtudes distintivas para realizar ese potencial y que causa y resulta de la construcción de capacidades.

Indagación Apreciativa fue adoptada en trabajo realizado tempranamente por teóricos investigadores y practicantes, y posteriormente desarrollada por David Cooperrider, de la Universidad Case Western Reserve, y por Suresh Srivatsva en la década de 1980. Cooperrider y Srivatsva sentencian que la organización es un milagro a ser abrazado antes que un problema a ser resuelto. De acuerdo con ellos, indagar en la vida organizacional debería tener las siguientes características: Apreciación  Aplicabilidad  Provocación  Colaboración

Algunos beneficios de las prácticas apreciativas

  • Nos conectan con nuestros recursos internos.
  • Aumentan la visión de oportunidades.
  • Ponen freno a la negatividad.
  • Promueven el optimismo.
  • Movilizan la creatividad y la innovación.
  • Aumentan nuestras destrezas frente a las adversidades.
  • Nos predisponen para el aprendizaje y la iniciativa.
  • Nos hacen sentir bien y mejoran nuestra salud.

Los Diálogos Apreciativos (DA) se caracterizan por un proceso de búsqueda del núcleo positivo de una organización, es decir, de los recursos y valores que funcionan. Así, invitan a dejar de lado el lenguaje negativo y generar lenguajes positivos, pero creíbles, que proporcionen un cambio significativo en las actitudes que conllevan una intención de progresar y una voluntad genuina de aprender y cambiar.

Dialogar apreciativamente significa preguntar, dialogar y conversar sobre aspectos significativos de la calidad de vida de las personas. Son conversaciones llevadas al cabo de tal forma que hacen posible de manera creíble y palpable los recursos reales que contienen una organización y los miembros que la componen. En ello participa todo el sistema, es decir, todos los interesados, así los esfuerzos y las energías se concentran en lo que las personas más valoran.

De la Apreciatividad a los Diálogos

Entendemos por apreciatividad la capacidad de ver y rescatar lo valioso y significativo de las personas, los sucesos y las cosas. Es la observación deliberada de lo mejor y lo preciado.

Cuando somos apreciativos con nosotros mismos, elevamos nuestra autoestima y autoeficacia. Cuando somos apreciativos con otros mejoramos la calidad de nuestras relaciones. Y cuando podemos apreciar lo mejor del mundo y las circunstancias, ampliamos nuestro marco de oportunidades y posibilidades.

Ser apreciativos es elegir intencionalmente enfocarse en lo mejor, en lo valioso y en los recursos existentes sin ponerse para ello un par de anteojos rosados que nieguen los defectos y debilidades. Una apreciatividad sincera es aquella que incluye una negatividad saludable y excluye la  negatividad desalentadora. Ni 100% apreciativos, ni avestruz que esconde su cabeza.

La buena noticia es que todos contamos con algún grado de habilidades apreciativas. Pero la mala noticia es que estas habilidades pueden estar aletargadas o poco desarrolladas, porque nuestro cerebro es un experto buscador de amenazas y la mayoría hemos sido educados para ser, como diría el humorista Quino, “expertos problemólogos”.

La apreciatividad es un músculo que se ejercita y con práctica todos podemos aumentarla y desarrollarla.

Los Diálogos, por su parte, parten del principio de que “las organizaciones no son problemas a resolver” sino “centros de relaciones conectadas a infinidad de capacidades y fortalezas” (David Cooperrider).

Su metodología consiste en la búsqueda de lo mejor de las personas, la organización y su entorno. Se concentra en el descubrimiento sistemático del núcleo de recursos y potencialidades  que se encuentran a partir de la investigación apreciativa de historias de éxito. La apreciación nos lleva a valorar la vida, mueve nuestros sentimientos, excita nuestra curiosidad, y provee inspiración para la mente visionaria. En este sentido, rescatar lo que tiene valor es el poder generador más grande para la construcción de nuevos horizontes.

La intervención en el Diálogo Apreciativo

Se enfoca en la imaginación e innovación colectiva a partir de lo mejor de la organización (núcleo vital) y no en críticas y diagnósticos (supuestos déficits). Se asume que toda organización cuenta con abundantes capacidades positivas; cuando estas se hacen visibles y se orientan a un objetivo compartido de mutuo beneficio logran movilizar cambios insospechados para otros enfoques tradicionales.

Un proceso de Investigación y Diálogos Apreciativos consta de cinco etapas, llamadas las 5D, definidas de la siguiente forma:

  1. Definición (Definition)
  2. Descubrimiento (Discovery)
  3. Sueño (Dream)
  4. Diseño (Design)
  5. Destino (Destiny)

En el centro estaría ubicado el Núcleo del diálogo.

Ejemplos de preguntas apreciativas

Con el propósito de reflexionar sobre la arquitectura de las preguntas apreciativas a aplicar, vamos tomar por base el modelo del “Aprendiz y del que Juzga” desarrollado por Marilee Adams. Estas dos perspectivas están siempre presentes en simultáneo. Los pensamientos, sentimientos y conductas son diferentes según se elige la perspectiva del Aprendiz o del que Juzga.


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A continuación se presentan preguntas apreciativas ordenadas en torno a las 4 etapas del diálogo.

a) DESCUBRIR
¿Qué situaciones le inquietan? ¿Qué razones han contribuido para eso? ¿Qué elementos funcionan, pese a todo, favorablemente? Cuente, si es posible, una experiencia vivida que considera buena en el periodo en que todo funcionaba bien ¿Por qué las cosas han funcionado bien? ¿Estuvo implicado/a en la experiencia? ¿Cómo? ¿Ha surgido alguna posibilidad nueva? ¿Cuál? ¿Qué ha aprendido de lo que ha sucedido y qué posibilidades ve ahora?

b) SOÑAR
¿Qué considera más importante para el futuro? Si pudieras elegir cambiar cosas para mejorar la situación, ¿cuáles serían? ¿Cómo imaginaria la situación si se resolviera los problemas? ¿Qué impactos podrían tener? Si se concretaran sus deseos ¿Qué podrían significar para el futuro? ¿A quién o quiénes beneficiarían? ¿De qué forma? ¿Qué es lo que todavía no se ha dicho del futuro?

c) DISEÑAR
¿Qué propuestas presenta para afrontar la situación? ¿Ha ensayado algunas de ellas? ¿Cuál ha sido el resultado? ¿Considera que la situación ahora se desarrolla en la dirección correcta? ¿Hay recursos suficientes? ¿Cuáles se necesitarían? ¿Cuáles son las capacidades y recursos que cree que posee? ¿Cómo piensa aportarlos? Desde su perspectiva ¿hay modificaciones por hacer? ¿Cuáles?

d) DESTINO
¿Cuál puede ser el primer paso? ¿Lo daría solo o con alguien? ¿Podría exponer sus razones? ¿Qué impedimentos existen y que deberían resolverse para avanzar en la dirección correcta? ¿Cómo mediría el avance o retroceso de su empeño?

Las etapas y secuencias del Diálogo Apreciativo
  • Se completan con una serie de principios nucleares e impulsores Varona (2007) que refuerzan las capacidades de las personas y el reconocimiento de los valores existentes:
  • Principio de simultaneidad: el presente y el futuro se construyen al mismo tiempo. Es decir, el cambio empieza en cuanto comenzamos a preguntar. Esta acción ya interviene o incide en la posibilidad de desarrollo o de mejora.
  • Principio poético/metafórico: la forma metafórica de comunicarnos determina nuestra actitud para abordar el presente. El lenguaje y su reformulación fomentan la motivación, la creatividad, el compromiso para el cambio deseado.
  • Principio imaginario/anticipatorio: la forma de aprender y percibir la realidad es el resultado de la creación colectiva de imágenes positivas. Cuando se comparten historias en los cuales se visualizan los éxitos y las mejoras prácticas, las personas y las organizaciones anticipan lo que van a hacer. La forma cómo imaginamos nuestra participación es un potencial aspecto para construir el futuro que deseamos. Crear el sueño es necesario para conseguir el futuro deseado.
  • Principio positivo/sinérgico: para desarrollar la capacidad colectiva que haga posible que el cambio sea efectivo y duradero, se necesita que la gente se implique en procesos participativos en su doble vertiente: sentirse parte de una organización, comunidad, de un lugar (identidad) y tomar parte, poniendo sus capacidades en los procesos de cambio (sentido de pertenencia).
  • Principio del ejemplo: el cambio solo es posible si los demás ven en nosotros, en nuestra forma de pensar y actuar, ese cambio que queremos.
  • Principio del poder de la pregunta apreciativa: las preguntas apreciativas estimulan nuestros pensamientos, sentimientos y conductas. Ejercitarnos en la forma de preguntar es un ejercicio fundamental que nos conduce a las posibilidades, así como a las acciones o comportamientos que podremos llevar a cabo.

Formación en Diálogos Apreciativos con el creador de la Disciplina. (?) Santiago Otero, Fabián Sorrentino, Carlos, Judy Rodger, Graciela Fayt, David Cooperrider, (?) Rosa Romero en 2003

Los Diálogos Apreciativos aplicados al ámbito comunitario

El reto del proceso de desarrollo comunitario es la promoción de:

“La participación de los tres protagonistas las administraciones y, en primer lugar, la administración local, los recursos técnicos y profesionales que operan con la comunidad, y los ciudadanos cada uno en su papel. Es evidente que si no hay participación (de los tres, cada uno en su papel), no hay proceso. Hay cosas, hay actividades, hay proyectos, pero todo será provisional, puntual, inmediato; sin un proceso de construcción de la comunidad, de su futuro y de su capacidad de enfrentarse a las situaciones que van surgiendo y que le afectan directa o indirectamente” (Marchioni 2007, p. 3).

El trabajo comunitario, entendido de esta forma, es un proceso de transformación desde la comunidad. Soñado, planificado, conducido y evaluado por la propia comunidad.

Todo ello conduce a una cuestión nueva: ¿Cómo se puede lograr una mayor visibilidad del proceso comunitario en un contexto de diversidad cultural y su impacto sobre la calidad de vida de la comunidad?

Dar respuesta a esta cuestión supone propuestas complementarias de modelos que permitan a los protagonistas (ciudadanía organizada y no organizada, recursos técnicoprofesionales y los responsables políticos), la reconstrucción de sus memorias específicas, locales y situadas.

Desarrollo y compilación por Fabián Sorrentino.
Elaborado con las siguientes fuentes: Apuntes del curso de Diálogos Apreciativos (2013) |  Enseñanzas de Santiago Otero| Wikipedia (Abril 2020) | El dialogo apreciativo en el proceso comunitario intercultural (propuesta teórico-práctica) Daniel Zaidam