Las creencias son tan relevantes en nuestra mente, que se pueden convertir en creencias limitantes o potenciadoras.

Según la RAE (2018), cuando hablamos de creencias nos referimos al «completo crédito que se presta a un hecho o noticia como seguros o ciertos«.

Bajo la mirada de la «Lógica del Juego«, las creencias son esas ideas que consideramos como verdaderas y que le entregamos un poder absoluto. Son un conjunto de vivencias, de lo que nos han enseñado. Y sobre las cosas que nos hemos ido apropiando a lo largo de la vida. Tienen una carga muy potente dentro del ser humano, ya que lo condiciona a creer ciegamente en algo. Éstas se tornan en un conjunto de convicciones, pensamientos y valores morales que te hacen actuar de una manera en tu vida. Pero sobre todo, fundamentan la lógica desde la cual estamos operando y viviendo, dando todo el sentido y propósito a nuestra realidad.

¿Cuál es la diferencia entre las creencias limitantes y las potenciadoras?

Al hablar de las creencias, no podemos clasificarlas entre buenas o malas, pero sí es posible llamarlas creencias limitantes y creencias potenciadoras. Las creencias se pueden volver limitantes, cuando una persona no puede alcanzar aquello que quiere como resultado de aquello que cree. Pero también se pueden volver potenciadoras, cuando nos impulsan a salir de la zona de confort. Y a lograr lo que muchas veces nos proponemos.

Las creencias marcan la percepción con la que se ve el mundo, es decir, de qué manera se percibe a través de los sentidos. Es el cerebro el que filtra cómo percibir a través de ellos. Si pensamos en unas gafas, los cristales representarían la percepción desde la que cogemos unos datos y otros no. Esto es debido a que consideramos unos más importantes que otros.

Todas las estructuras mentales son las que nos permiten ver la realidad de la forma en que la vemos, por eso tenemos una percepción de la realidad diferente unos de otros. Podemos decir entonces, que la realidad se basa en las creencias que tenemos y que se reflejan en el inconsciente.

Las creencias se basan en el autoconcepto, que se refiere a cómo me veo a mí mismo, cómo me valoro o cómo me juzgo, es la manera en que me veo, en la realidad en la cual vivo.

Si las creencias tienen ese poder sobre nosotros, entonces es necesario atención sobre:
  • Qué creemos acerca de nosotros mismos.
  • Lo que somos capaces.
  • Nuestras habilidades.
  • Nuestros potenciales.
  • Los mensajes para con nosotros mismos.
  • Nuestro límite real.
  • Para qué nos sirve tener esas creencias.
  • La validez de esas creencias.

Y tú… ¿Eres consciente de lo que tus creencias provocan en ti? ¿Sabes la lógica a la cuál dan sentido y propósito en tu realidad?

Joseba del Carmen. Blog Personal de Liderazgo y Coaching.