Este capítulo aborda la soledad desde una perspectiva fenomenológica cristiana. Entendemos que puede causar cierto distanciamiento del lector que busca una mirada de carácter científica, a la vez que la comprendemos como esencial para quienes han elegido a Cristo como su Señor.

Así que dejo su lectura queda a libre albedrío.

La soledad se puede entender como una consecuencia de la ruptura de la relación con Dios, fuente de la Vida, el Amor y la Comunión. Según el libro de Génesis, el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios, y destinado a vivir en armonía con Él. Sin embargo, el pecado introdujo la desobediencia, la rebelión, la culpa, la vergüenza, el miedo y la separación entre el hombre, Dios y su prójimo. Afectando la relación entre los humanos con la naturaleza, que quedó sometida al sufrimiento y a la muerte.

Para muchos esta declaración suena injusta y condenatoria. ¿que tengo yo que ver con lo que sucedió miles de años atrás? ¿por qué Dios es injusto, me abandona y me rechaza por algo que hicieron nuestros antepasados?

A lo que me pregunto: ¿Acaso todo lo que hoy nosotros hacemos no tiene consecuencias directas en nuestra decendencia? Sinó ¿para que damos amor y comprensión a nuestros hijos? Todo, absolutamente todo lo que creemos, sentimos, pensamos, decimos y hacemos, tiene consecuencias sistemicas sobre el futuro.

La soledad, es entonces, desde este enfoque un impedimento para disfrutar plenamente de la presencia de un Dios creador, en comunión con todos. Funcionando como una señal de que el hombre necesita reconciliarse con Dios y restaurar su relación original.

Y nota que no dije, que Dios está enojado y necesita que yo lo alabe para amigarse conmigo, sino que nosotros hemos tomado la desición de alejarnos y hoy necesitamos reconcilarnos con El, si lo que buscamos es que Su Voluntad y Palabra se haga con nosotros.

La buena noticia es que Dios jamás nos abandonó, sino que nos ofreció su gracia y salvación a través de Jesucristo, el único mediador entre Dios y los hombres, el único camino para volver al Padre. El mismo que prometió enviar al Espíritu Santo, que mora en los creyentes y les da la certeza de que Dios siempre está con ellos.

La soledad, por lo tanto, se puede superar mediante la Fe en Jesucristo, que nos reconcilia con Dios y nos hace parte de su familia. Los cristianos no estamos solos, sino que elegimos tener una relación personal con Dios, que nos ama, nos cuida y nos guía. Por lo tanto, la invitación cristiana es volver a nuestra morada, practicar una relación fraterna con nuestros hermanos en Cristo, estando llamados a  amarnos, servir, edificar, soportar, perdonar, consolar y exhortar los unos a los otros: orando y alabando juntos. Compartiendo nuestra misión en el mundo, que es la de ser sal y luz, proclamando el evangelio de Jesucristo a toda criatura, para que todos puedan conocer el amor de Dios y ser salvos. Y en ese propósito, tampoco estamos solos.

¿Es la soledad un espíritu?

Los ataques del diablo y la soledad son temas que preocupan a muchas personas, especialmente a los que enfrentan la persecución, el sufrimiento y la tentación. La Biblia describe al diablo como nuestro enemigo, como un león rugiente buscando a quien devorar, y que usa diversas estrategias para engañarnos, desanimarnos y destruirnos. Algunas de estas estrategias son el deseo, el desánimo, la duda, la división y la decepción.

La soledad como espíritu refiere a esa conversación autodestructiva donde nos sentimos aislados, incomprendidos, rechazados o abandonados por los demás y por Dios. Acampañada de una sensación de vacío, tristeza y desesperanza que afecta nuestro ánimo, nuestra salud y nuestra Fe.

¿Y cuál es el causante de esas conversaciones? Las circunstancias son un buen disparador, que pueden estar dadas por la pérdida de un ser querido, la ruptura de una relación, el cambio de lugar, la falta de amigos, el sufrimiento, la depresión, el estrés, el miedo, la culpa, el orgullo, la envidia, el rencor, la falta de perdón…

Erróneamente puede ser considerada como una prueba o propósito de Dios para acercarnos a Él, ya que hemos recibido libre albedrío para asumir esa elección.

La soledad se convierte en un problema cuando se vuelve crónica, se evade con adicciones, se alimenta con pensamientos y conversaciones internas negativas, se rechaza la asistencia de Dios y de los demás, se pierde la esperanza, se duda del amor de Dios y se reniega de la vida.

La forma en que el diablo opera entonces es a través de conversaciones negativas donde aparecen figuras como el engaño, la tentación, la acusación, la opresión, la posesión, la persecución, la división, la confusión, la mentira, el robo, el asesinato, la destrucción… aprovechando nuestros momentos de soledad para compartir sus mentiras, acusaciones y condenaciones, haciéndonos creer que estamos solos, que nadie nos quiere, que Dios nos ha abandonado, que no tenemos salida, que no valemos nada, que no tenemos perdón, ni futuro.

7 estrategias para trascender la soledad:

1 – Reconoce que la soledad es un espíritu. Una conversación destructiva que te invita a creer que nacimos solos y morimos solos. Quítale autoridad a este fantasma a través de la lectura de su Palabra, que te revela su carácter, su plan y su amor. Te guía, te enseña, te corrige y te anima. La Biblia te llena de esperanza, de sabiduría, de fe y de vida. La Biblia dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105)1.

2 – Tener fe en Dios y en su Palabra. La fe es la confianza en que Dios es más poderoso que cualquier espíritu inmundo, y que su Palabra es la verdad que nos hace libres. La fe nos permite resistir al diablo y sus mentiras, y nos da la seguridad de que Dios nos respalda cuando oramos y ordenamos a los demonios que salgan. La Biblia dice: “Pero esta clase de demonios no sale sino con oración y ayuno” (Mateo 17:21)1.

3 – Tener una vida de obediencia y santidad. La obediencia y la santidad son la evidencia de que amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. La obediencia y la santidad nos protegen de dar lugar al diablo y sus tentaciones, y nos dan la autoridad moral para reprender a los espíritus inmundos. La Biblia dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7)1.

4 – Desarrollar discernimiento y sabiduría. El discernimiento y la sabiduría son la capacidad de reconocer y entender la obra de los espíritus inmundos, y de actuar de acuerdo a la voluntad de Dios. El discernimiento y la sabiduría nos ayudan a identificar la raíz del problema, a usar las armas espirituales adecuadas, y a evitar los errores y los peligros. La Biblia dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:12-13)1.

5 – Aprende a reconocer la presencia de Dios detrás de cada circunstancia que se te presente. El nos ama, nos cuida, nos sostiene, nos consuela, nos guía, nos provee, nos protege, nos libra, nos sana, nos restaura, nos transforma, nos capacita, nos usa, nos bendice. Es nuestro Padre, nuestro Amigo, nuestro Salvador, nuestro Señor, nuestro Rey, nuestro Pastor, nuestro Refugio, nuestro Socorro, nuestra Fortaleza, nuestra Esperanza, nuestra Alegría, nuestra Paz, nuestra Vida, nuestra Luz, nuestra Verdad, nuestra Gracia, nuestra Justicia, nuestra Santidad, nuestra Sabiduría, nuestro Camino. La oración es el camino para expresarle tus sentimientos, tus necesidades, tus dudas y tus agradecimientos. La oración no es para El, sino con El.  A través de la oración Dios dialoga contigo para transmitirte su gracia y su fuerza. Ayudándote a sentir Su presencia y confiar en Su voluntad para con tu vida. La Biblia dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3)1.

6 – Recuerda que Dios nos ha dejado a su Espíritu Santo, que mora en nosotros, enseñándonos, fortaleciéndonos, ofreciéndonos sus frutos. Nos da autoridad, libertad, amor, unidad y comunión. Busca Su comunión a la hora de relacionarte con otros cristianos, de compartir tus experiencias, tus problemas, tus alegrías y tus oraciones. Su comunión te ayudará a sentir que no estás solo, que tienes hermanos y hermanas que te quieren, que te apoyan, que te aconsejan y que te edifican.

Dios nos ha dado su Palabra, Viva y eficaz, que es luz y lámpara, alimento y agua, espada y escudo, semilla y fruto, promesa y cumplimiento, mandamiento y bendición, verdad y vida, gracia y paz, justicia y misericordia, sabiduría y conocimiento, poder y gloria.

Dios nos ha dado hermanos y hermanas en la fe para apoyarnos, animarnos, aconsejarnos, corregirnos, perdonarnos, servir juntos, abrazarnos y acompañarnos. Recuerda que son seres humanos como tu y que cada uno está haciendo su camino. Si te cuelgas y asumes que ellos son quienes deben ayudarte, dejarás de compartir para depender y encontrar luego a quién hacer responsable. Tu no estás solo porque Dios te abandonó, sino porque tu te has alejado de El. La Biblia dice: “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25)1.

7 – Sirve a los demás: El servicio es la forma de demostrar el amor de Dios, de ayudar a los que lo necesitan, de usar tus talentos para su gloria, de ser una bendición y un testimonio. El servicio te ayuda a salir de ti mismo, a ver las necesidades de los demás, a ser agradecido por lo que tienes y  generoso con lo que das. La Biblia dice: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Marcos 10:45)1.

Realmente, luego de conocer esto, ¿sigues creyendo que nacimos solos y morimos solos? ¿Cuál es nuestra tarea entonces?

Confrontar al diablo

¿Quién es nuestro adversario?, ¿Cómo identificarlo?, ¿acaso no enseña Su Palabra que por sus frutos lo reconoceréis?

¿Qué frutos puede manifestar quién anda por la vida como león rugiente buscando a quien devorar, erigiéndose como el padre de la mentira, el príncipe de este mundo, el seudo-dios de este siglo, como el acusador de los hermanos, el dragón y la serpiente antigua, el maligno, el tentador, el enemigo, el adversario, el opositor, el destructor, el abominable, el inicuo, el malo y perverso, el impío, el rebelde, el orgulloso, el soberbio, el astuto, el engañador, el seductor, el opresor, el poseedor, el perseguidor, el divisor, el confundidor, el ladrón, el asesino, el blasfemo, el profano, el abusador, el corruptor, el contaminador, el inmundo, el sucio, el torcido, el errado, el falso, el necio, el loco, el ciego, el sordo, el mudo?

¿Puede este ser desgraciado dedicarle su vida al cojo, el manco, el leproso,  el enfermo, el muerto, el condenado, el maldito, el derrotado, el vencido, el humillado, el avergonzado, el atado, el echado, el pisado, el aplastado, el aniquilado, el exterminado, el consumido, el desaparecido, el olvidado, el nada, el nadie, el ninguno, el cero, el vacío, el oscuro, el frío, el seco, el duro, el amargo, el triste, el solo, el desesperado, el angustiado, el afligido, el agobiado, el oprimido, el deprimido, el desanimado, el dudoso, el incrédulo, el infiel, el desobediente, el rebelde, el indiferente, el ingrato, el egoísta, el envidioso, el celoso, el rencoroso, el vengativo, el violento, el cruel, el malvado, el odioso, el amargado, el resentido, el ofendido, el herido, el lastimado, el quebrantado, el destrozado, el arruinado, el perdido, el desamparado, el abandonado y el solo?

Esculpir nuestro destino.

Nada mejor que autodescubrir nuestros pensamientos, actitudes y conductas para enmendar el camino. Por eso la invitación es poner Manos a la Obra y reescribir en este espacio nuestras características y virtudes.

Si nuestra naturaleza, tiene más que ver con los atributos de Dios nos habremos enfocado en encontrar todas nuestras cualidades alineadas con El.

Si al conectarnos con nuestros sentimientos, actitudes, pensamientos y conductas aparecen claras señales de la caída, es hora de echar fuera espíritus y reencontrarnos con el libre albedrío que significa conectarnos con el creador.

Matriales para continuar investigando

Algunos libros cristianos que tratan el tema de la soledad y te ofrecen consejos, testimonios y reflexiones basados en la Palabra de Dios.

    • “La soledad: cómo vencer el sentimiento de aislamiento” de June Hunt1. Este libro te explica las causas, los síntomas y las consecuencias de la soledad, y te da pautas prácticas para superarla con la ayuda de Dios y de los demás.
    • “Nunca más solo: cómo encontrar compañía y esperanza en tu desierto” de Tony Evans2. Este libro te muestra cómo Dios puede usar la soledad para acercarte más a Él, para moldear tu carácter y para prepararte para tu propósito.
    • “La soledad de la vida cristiana” de Elisabeth Elliot3. Este libro te comparte las experiencias personales de la autora, que vivió la soledad en diferentes etapas de su vida, y te enseña cómo confiar en Dios y en su soberanía en medio de la soledad.
    • “La soledad: un problema de todos” de Raúl Quiroga1. Este libro te explica las causas, los tipos y las consecuencias de la soledad, y te da pautas prácticas y espirituales para superarla con la ayuda de Dios y de la iglesia.
    • “El ministerio de la bondad” de Elena G. de White2. Este libro te muestra cómo el amor y la compasión de Cristo pueden llenar el vacío de la soledad, y te anima a practicar el ministerio de la bondad con los que te rodean, especialmente con los que sufren y necesitan consuelo.
    • “El camino a Cristo” de Elena G. de White3. Este libro te comparte el mensaje de salvación y esperanza de Cristo, que te invita a conocerlo, a confiar en él y a seguirlo. Este libro te ayuda a experimentar la presencia, la paz y la alegría de Cristo en tu vida.
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  • Algunos podcasts que te brindan apoyo, orientación y ánimo desde una visión bíblica:
    • “Cómo superar la soledad” de Enfoque a la Familia. Este podcast te ofrece una serie de episodios que te ayudan a entender la soledad, a identificar sus causas y a encontrar soluciones prácticas y espirituales para vencerla.
    • “La soledad y el cristiano” de Coalición por el Evangelio. Este podcast te presenta una conversación entre tres pastores que te hablan sobre la realidad de la soledad en la vida cristiana, sus desafíos y sus oportunidades.
    • “La soledad” de Escuela Sabática. Este podcast te ofrece una serie de lecciones que te ayudan a entender la soledad, a identificar sus causas y a encontrar soluciones prácticas y espirituales para vencerla.
    • “La soledad y el cristiano” de Nuevo Tiempo. Este podcast te presenta una conversación entre dos pastores adventistas que te hablan sobre la realidad de la soledad en la vida cristiana, sus desafíos y sus oportunidades.
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  • Algunos videos que te inspiran, motivan y alientan con la verdad y el amor de Dios:
    • “La soledad” de Luis Palau. Este video te comparte el mensaje del evangelista Luis Palau, que te habla sobre la soledad como una experiencia humana y universal, y te invita a conocer a Jesús, el amigo que nunca te falla ni te abandona.
    • “Cómo vencer la soledad” de Andrés Corson. Este video te muestra la predicación del pastor Andrés Corson, que te explica las causas y los efectos de la soledad, y te da cuatro claves para vencerla con la gracia de Dios.
    • “La soledad” de Alejandro Bullón7. Este video te comparte el mensaje del pastor Alejandro Bullón, que te habla sobre la soledad como una experiencia humana y universal, y te invita a conocer a Jesús, el amigo que nunca te falla ni te abandona.
    • “Cómo vencer la soledad” de Esteban Bohr8. Este video te muestra la predicación del pastor Esteban Bohr, que te explica las causas y los efectos de la soledad, y te da cuatro claves para vencerla con la gracia de Dios.

1: La soledad: Cómo vencer el sentimiento de aislamiento 2: Nunca más solo: Cómo encontrar compañía y esperanza en tu desierto 3: La soledad de la vida cristiana 4: Cómo superar la soledad 5

Por el Dr Fabián Sorrentino, agradezco el apoyo del Pastor Harrinson Martinez para comprender y vivir estos temas.