¿Sabías que nuestro ego nunca está satisfecho y cuanta más importancia adquiere, más miedo tiene de perderla y más busca acumularla? Llegará incluso a desarrollar orgullo, es decir, un gran ego.

El orgullo es por lo tanto el ego llevado al extremo.
Un sentimiento exagerado de la propia valía, una autoestima excesiva que lleva al individuo a sentirse por encima de los demás. El orgulloso quiere ganar a toda costa y tener siempre la razón.
Nuestro ego siempre busca imponernos su sistema de valores y cuando busca imponérselo a los demás se convierte en orgullo.

El orgulloso se cree tan importante y poderoso que se convence de ser el poseedor de la verdad; se cree así mejor y superior. Intenta persuadir a los demás de creer en lo que él cree; quiere dominar. Es especialista en encontrar razones para que los demás le crean y actúen como él quiere.

Los comportamientos y las actitudes que rebajan a los demás le dan una sensación de superioridad. Quiere tener razón cueste lo que cueste y esto implica que el resto de personas están equivocadas.

Aquí van algunos ejemplos de orgullo a ver en cuales te pezcas:

«¿Cuándo vas a dejar de fumar? Sabes que es malo para tu salud. YO lo dejé; tú deberías ser capaz de hacerlo igual que YO».

«Mi marido no quiere venir conMIgo y realizar los cursos de desarrollo personal como YO. No está a MI nivel. [YO] Temo que esto afecte a nuestra relación».

«¿No eres capaz de ir recogiendo a medida que vas haciendo las cosas como YO hago? ¿No ves que este proceder es más inteligente?».

«¿No te das cuenta de que tu forma de gestionar la educación de los niños no es la adecuada? Eres demasiado permisivo. Deberías probar MI método; da mejores resultados».

«Si estoy enfadado es por culpa tuya; tú has empezado».

El orgullo puede manifestarse de forma intelectual o espiritual. El orgulloso intelectual usa, sobre todo, sus conocimientos para reafirmarse. La sensación que emana de su manera de hablar de sus conocimientos es esta: «EscúchaME: YO sé más que tú».

Habla de forma acelerada y levantando la voz, sobre todo si ve que no logra convencer a los demás.

El orgulloso espiritual se cree superior con relación al ser: «YO SOY más organizado que tú, YO SOY más paciente que tú, YO SOY más evolucionado…». Se pueden sentir sus intenciones incluso si no usa estas palabras.
Podría darte miles de ejemplos de situaciones en las que intentamos convencer a otra persona para que actúe o sea como nosotros. Nuestro ego quiere hacernos creer que lo hacemos por el bien de los demás. Cree también que cuanto más importante sea, más capacidad tendrá de asustar y que sentirá menos miedo. Esta creencia es una ilusión: los perros grandes suelen tener más miedo que los pequeños.

¿Te has fijado en que cuando nos expresamos llenos de orgullo nunca obtenemos nada? Cuanto más orgullosos somos, más resistencia ofrece la otra persona, al sentirse rebajada y comparada con nosotros. El orgulloso quiere crecerse, algo que solo le gusta a su ego. La persona rebajada sabe, en lo más profundo de su ser, que esta actitud es todo

lo contrario al amor verdadero, el cual acepta las diferencias.

La conducta del orgulloso esconde un gran miedo al rechazo, a no ser amado.

Texto de Lise Boubreau, del libro, La sanación de las 5 Heridas. Adaptado para el entrenamiento Cree.