Comer a conciencia implica saber porqué comes, ¿por hambre física?, ¿por ansiedad?, ¿porque sí?

Este acto supone hacer un ejercicio de reflexión sobre nuestros modos de comer y las motivaciones intrínsecas. Saber cómo y para qué lo haces.

En el módulo de nutrición de la carrera presentada por la organización Nuevos Alimentos revisamos los beneficios que aportan los distintos nutrientes y los alimentos que los contienen, tornándonos conscientes de lo que aportamos a nuestro cuerpo, promoviendo así un disfrute mayor.

A continuación responderemos algunas de las inquietudes centrales que promueven el alimentarnos a conciencia:

¿Qué comer?

¿Te has fijado que el hambre emocional entra de repente? Sientes la necesidad de comer de inmediato y no te sientes saciado, no te llenas. Pero, ¿sientes hambre física de verdad?

La comida de nuestros ancestros era muy distinta a la nuestra: alimentos no procesados, vegetales, frutas, granos, legumbres, huevos, pescado, pollo y carne. Pequeñas cantidades de azúcar, miel, algo de vino y cerveza, era una dieta balanceada. Sumemos que la actividad física era de sol a sol para cada miembro de la familia. No había carros, aviones, trenes ni bicicletas como medio de transportación.

Hoy en día la gente no entiende que la comida procesada no crece en los árboles y que es carente de nutrientes. Se come solo por quedar satisfecho.

Ahora los niños comen alimentos congelados y calentados en el microondas porque los padres no tienen tiempo para prepararles las comidas. Si el papá se cena una hamburguesa, la mamá una gran ensalada y los niños una pizza, será natural que exista dificultad al relacionarse horas más tarde ya que cada miembro de la familia tendrá diferente energía que el otro, otros pensamientos y sensaciones, dependiendo de lo que cada uno comió.

Volvamos a lo simple, la comida real, granos enteros, lo que realmente proviene de la tierra y si es orgánico aún mejor. Llenemos de color nuestro plato con variedad de alimentos, especialmente vegetales y frutas cargados de nutrientes, fibra, proteína (animal/magra o vegetal) y carbohidratos complejos, sin dejar las grasas sanas que necesita el cuerpo para su buen funcionamiento.

Al aprender a comer con conciencia es cuando logramos distinguir el hambre físico del emocional.

La invitación es a comer y beber para que el organismo reciba cada día los nutrientes que precisa para funcionar con normalidad y salud. Tomar conciencia del acto en sí cuando comemos, nos ayudará a hacerlo con sentido y moderación.

¿Cuando comer?

Los alimentos de la estación y cultivados en la misma región serán los más adecuados por su frescura, es decir que si es época de mangos entonces “a comer mangos se ha dicho”, dice: Nancy Sevilla.

Invitándonos a poner atención a nuestros hábitos diarios de alimentación. Procurando comer a horas habituales (al levantarnos, almuerzo, cena, dos meriendas — una a media mañana y otra en la tarde). Ingiriendo tentenpiés cada 3 o 4 horas, especialmente si haces mucho ejercicio y quieres mantener un porcentaje alto de masa muscular.

Para algunos el desayuno será su comida más importante, para otros el almuerzo, de hecho en culturas Europeas el almuerzo es tan importante como comida principal, que los empleados de los locales se toman 2 horas para ellos. Lo que en América no sucede, porque todo lo queremos RÁPIDO.

Tienes que aprender a percibir tu cuerpo y saber qué es lo que te conviene más según tus actividades diarias y físicas. Cada ser es una bio-conciencia única, por lo que no cuenta generalizar.

Algunos aspectos claves para relacionarnos con la alimentación que tomamos en cuenta en este módulo de la carrera:

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¿Para qué Comer?

Más allá de saciar nuestras necesidades básicas, como seres humano tendemos naturalmente a la superación a través de todas las dinámicas donde interactuamos.  En pos de un norte que podríamos definir como la búsqueda de la armonía, la creatividad pura, la trascendencia . Si tomamos en cuenta que estamos hablando de alimentación podríamos hacer alusión a «dar frutos» como consecuencia final del proceso de siembra.

Por lo tanto, en este espacio, vamos a considerar los efectos de la alimentación sobre el cuerpo, el alma y el espíritu.

Aquí van algunas preguntas para guiarte en tu proceso de superación:

¿Qué efectos tiene aquello que comemos en nuestro mundo de pensamientos?; ¿nos dejan pensar con criterio propio… o los pensamientos van como un perrito detrás de los estímulos de los sentidos?; ¿estamos ocupados sólo en digerir?; ¿quedan fuerzas libres a disposición del alma?, ¿o todo es comer, digerir, saborear y dormir?; ¿estimulan nuestra voluntad y amplían nuestra cosmovisión… o la dejan atada al proceso digestivo?; ¿puedo comer para llegar a una clara conciencia, tanto como al sueño reparador?

En otro artículo estaremos desarrollando cómo esta vida interior, – creer, sentir, pensar, decir y hacer, es cualitativamente estimulada por diferentes alimentos.

El Modelo MƐT® es un producto cultural de la corriente Creativista Sistémica que corresponde a un patrón determinado. Ver clasificación de las +400 Mentes que inspiraron el Modelo. Esta compilación y posterior desarrollo forma parte de una serie de artículos ofrecidos en la Carrera de Coaching & Mentoring de Ser.Red e integra el Manual del Mentor del Dr Fabián Sorrentino.

Algunas fuentes consultadas. Alimenta tu Bienestar, Para Casa Rudolf Steiner la doctora Marta Miguel. Para HuffPost Nancy Sevilla.