Hoy se festeja el día de la Felicidad en todo el mundo auspiciado desde el 2013 por las Naciones Unidas, como podemos ver en este link.

La mayoría de los medios están difundiendo una estadística irrelevante de la consultora Gallup que pone en un Ranking comparativo las naciones que supuestamente son las más felices del mundo.

Al leerla se me disparan un conjunto de inquietudes dado que muchas de las apariciones no parecen ir de la mano con lo que estamos observando. Especialmente en algunos países de latinoamérica, donde la fundación sonría tiene conocimiento directo y múltiples abordajes realizados en los últimos 15 años.

Con esto no ponemos en duda el importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo. Solo nos referimos al grado de coherencia y validez que pueda llegar a tener esta investigación que declara un trabajo de campo en 55 países.

Paralelamente a esto, en 2015, las Naciones Unidas lanzaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que pretenden poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta —tres aspectos primordiales que contribuyen a garantizar el bienestar y la felicidad—. El pasado año, las Naciones Unidas invitaron a todas las personas de cualquier edad, así como a las escuelas, los negocios y los gobiernos, a celebrar el Día Internacional de la Felicidad y alcanzar los 17 objetivos convocando a los Pitufos como medio de difusión.

Ese trabajo, si nos convoca y nos inspira a revisar el tema, pero antes de plantearlo me gustaría definir como entendemos en sonría el concepto de felicidad.

Para nosotros la felicidad es una emoción de bienestar (de nivel 5 o superior), una reacción que se produce en automático al exponernos a determinadas circunstancias habiendo desarrollado previamente una actitud positiva, de conquista… viviendo desde un estado de ambición que nos motiva a conquistar nuevas metas cada día.

Para nosotros hay una gran diferencia entre la autopercepción de «estar felices» y la sensación interna que transmiten las mismas personas. Tomar por válida la respuesta a la pregunta de si somos felices o no, equivale validarla por los mensajes «posteados» en Facebook o Instagram.

Una persona feliz es un ser capaz de asumir una corporalidad de apertura como para abordar diferentes tareas llevándolas al término propuesto.
La depresión y otros trastornos psicológicos, se caracterizan por el contrario, por una notoria falta de felicidad, lo cual frustra las posibilidades para acometer con éxito diversas tareas u obtener beneficios de situaciones objetivamente favorables.

Bajo un «estado de felicidad» las personas son capaces de llevar a cabo una actividad neutral constante en un entorno con variables ya experimentadas y conocidas, los distintos aspectos de la actividad mental fluyen de forma armónica, siendo los factores internos y externos interactuantes con el sistema límbico. En dicho proceso se pueden experimentar emociones derivadas, que no tienen por qué ser placenteras, siendo consecuencia de un aprendizaje ante un medio variable.

Factores que hacen a la Felicidad

Actualmente se conoce que la variabilidad en los niveles de felicidad que experimentan los individuos se ven influidos por tres grupos de factores (en orden de importancia):

– Factores genéticos.
– Factores asociados a la consecución de objetivos y deseos.
– Factores socioambientales.

Es un hecho bien establecido, que el juicio sobre si uno mismo es feliz está influido por razones culturales: en ciertas sociedades se desaprueba en mayor medida expresar sentimientos negativos, en otras la falta de autoestima produce resultados contradictorios, a la vez que la sinceridad y la autoexpresión fidedigna es valorada en mayor medida por los que han desarrollado cierto grado de conciencia. Por eso las comparaciones internacionales entre países con diferentes condiciones socio-económicas-culturales deben enfocarse en corregir el sesgo cultural, desde el diseño de los cuestionarios en adelante.

La felicidad, en tanto que estado emocional y autopercibido, es un estado subjetivo que, sin embargo, puede analizarse mediante procedimientos objetivos. Los siguientes son ejemplos de disciplinas con aproximaciones objetivas:

– La Filosofía estudia su concepto y realidad. Ver desarrollo en este artículo.

– La Psicología positiva intenta determinar los factores endógenos que el individuo puede desarrollar para construir determinado estado de ánimo.​

– La Sociología se ocupa de analizar qué factores sociales determinan los objetivos que el sujeto se marca como meta para alcanzar estados de felicidad.

– La Antropología muestra cómo distintas culturas han establecido cánones distintos al respecto.

– El Coaching Ontológico se ocupa de ver como influyen esas emociones en función de las relaciones establecidas y los abordajes realizados.

17 objetivos para transformar nuestro mundo

En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás. La Agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la eduación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades. Liderados a partir de una brújula que nos guía respecto de las Personas, el Planeta, el desarrollo de la Prosperidad, la Paz y los Actores que estamos involucrados… y sin los cuáles todo esto quedaría en un planteamiento teórico.

Veamos cada uno de ellos haciendo click en el siguiente Link y descubramos los esfuerzos que la ONU y sus socios están llevando a cabo para construir un mundo mejor.