Del griego λευκός /leukós/ ‘blanco’, y αἷμα /haima/ ‘sangre’ Es un grupo de enfermedades malignas de la médula ósea hematológico. Provoca un aumento descontrolado de leucocitos en la misma.

Afecta sobre todo a los niños y a los ancianos. Sus síntomas son un aumento del número de glóbulos blancos, una disminución de los glóbulos rojos –que también causa anemia- y una disminución del número de plaquetas, que son las responsables de la coagulación sanguínea. Además, el bazo aumenta considerablemente de volumen. Ver problemas en los glóbulos, problemas en el bazo y cáncer. Cuando proliferan mis glóbulos blancos de modo incontrolado, tengo lo que se llama el cáncer de la sangre o la leucemia.

El cáncer de la sangre, es la alegría que no circula libremente en mi vida. Tengo odio hundido profundamente en mí. Me auto – destruyo, rehúso luchar. Si soy un niño afectado de leucemia, es que siento una negación al renacer, estoy profundamente decepcionado por lo que veo en la tierra.

Quiero volver a marchar, dejar este cuerpo. La leucemia aparece frecuentemente después de la pérdida de un ser amado (puede ser incluso un animal al cual amaba especialmente).

Esta forma de cáncer está directamente vinculada con la expresión de amor en el interior de sí. También puede aparecer después de un acontecimiento para mí destacado, que me llevó a desvalorizarme.

Esta desvalorización afectará mi ser entero y la viviré de un modo muy intenso y profundo. Tomemos el ejemplo de un niño joven a quien se rehúsa un sitio en el equipo de fútbol del pueblo o de su barrio. ¡Es un drama! Es como si la vida ya no tuviera ningún sentido y que no valiera “la penaser vivida.

Puedo tener la sensación de que debo sobre – protegerme constantemente para lograr lo que quiero. Puedo haber vivido una frustración intensa y haber violentamente ahogado mis emociones. Si mi amor o mi deseo de vivir estuvo herido de un modo u otro, mi actitud para amar puede volverse desconfiada, confusa y alienada. Entonces, quiero aislarme de todos sentimientos. Debo aprender a ir con la vida en vez de contra ella.

Tomo los medios adecuados para cambiar en mí la supervivencia por la vida. Así estaré más en paz conmigo mismo y ya no sentiré la necesidad de defenderme excesivamente.

La leucemia es el cáncer diagnosticado más frecuente en la niñez, con 3 a 5 casos cada año por cada 100 000 niños menores de 15 años. En el año 2000, unos 256 000 niños y adultos desarrollaron algún tipo de leucemia. La leucemia es un cáncer de los glóbulos blancos (un tipo de células de la sangre). Es el tipo más común de cáncer en niños. Las células sanguíneas se forman en la médula ósea. Los glóbulos blancos ayudan a su organismo a combatir infecciones. Sin embargo, en personas con leucemia, la médula ósea produce glóbulos blancos anormales. Estas células reemplazan a las células sanguíneas sanas y dificultan que la sangre cumpla su función.

Los síntomas incluyen:

Infecciones
Fiebre
⃞ Pérdida del apetito
Cansancio
Sangrar o amoratarse con facilidad
Inflamación de los ganglios linfáticos
⃞ Sudores nocturnos
⃞ Dificultad para respirar
Dolor en los huesos o en las articulaciones

Los factores de riesgo para la leucemia en niños incluyen: tener un hermano o hermana con leucemia, tener ciertos trastornos genéticos o recibir tratamiento con radiación o quimioterapia. Generalmente, la leucemia infantil se cura con el tratamiento. Las opciones de tratamiento incluyen: quimioterapia, tratamiento con otros medicamentos y radiación. En algunos casos, un trasplante de médula ósea y de células madre puede ayudar.
Leucemia mieloide crónica (LMC) incluida dentro de los síndromes mieloproliferativos crónicos.
⃞ Leucemia linfoide crónica (LLC) incluida dentro de los síndromes linfoproliferativos y equiparable al linfoma linfocítico.
⃞ Leucemia linfoide aguda o leucemia linfoblástica aguda (LLA)
⃞ Leucemia mieloide aguda (LMA) o leucemia mieloblástica
⃞ Leucemia mielógena (LM).
⃞ Linfomas no hodgkinianos leucemizados, es decir, con la presencia de células linfomatosas en la sangre periférica, como sucede en la tricoleucemia.

Según la gravedad de la patología
Aguda: en este caso, se da un aumento muy rápido de las células sanguíneas inmaduras. Estas células no realizan las funciones sanguíneas necesarias, y ocupan un espacio que permitiría el desarrollo de las células maduras. Es muy importante que el tratamiento sea precoz ya que la progresión celular y la dispersión de las células malignas puede conducir a que la leucemia llegue a otros órganos corporales. Esta forma de leucemia es la más común en niños.

Crónica: en esta afección, se producen demasiados glóbulos blancos maduros pero anormales. Progresa durante meses o años, por lo que no siempre se administra el tratamiento inmediatamente, si no que a veces se monitoriza la situación para ver cual es el momento más efectivo para la terapia. Aunque pueden ocurrir en cualquier grupo de edad, la leucemia crónica ocurre más a menudo en personas mayores.

La principal característica de las leucemias agudas es la presencia de un «cese madurativo» de las células de línea mieloide (LMA) o Linfoide (LLA) con blastosis en médula ósea (superior de 20% de celularidad no eritroide según la OMS). Dado que todavía queda hematopoyesis normal residual, puede verse en sangre periférica la existencia de un «hiato leucémico», es decir, presencia de formas inmaduras en sangre periférica y formas maduras pero con ausencia de elementos intermedios.

En las leucemias crónicas, la principal característica morfológica es la no existencia de dicho hiato leucémico, ya que no existe detenimiento madurativo, permitiendo secretar a la sangre células maduras, y su curso clínico suele ser indolente.