Conocida comúnmente como PRESIÓN ALTA, la hipertensión arterial corresponde al aumento por arriba del promedio de la tensión sanguínea en las arterias. Esta enfermedad puede ocasionar lesiones vasculares en el corazón, el cerebro, los riñones y los ojos.

El nombre de la enfermedad explica bien lo que sucede, es decir, que la persona afectada se crea una fuerte presión a causa de su hiperemotividad. Revive sin césar situaciones que le recuerdan heridas afectivas no sanadas ni resueltas. También tiene tendencia a dramatizar las situaciones debido a su gran actividad mental, que le hace sentir muchas emociones. Es una persona muy sensible, que quisiera ver felices a todos los que la rodean y se crea muchísima tensión y se presiona mucho para encontrar la forma de lograrlo.

Esta hipertensión significa que es el momento de que pienses en ti sin creer que estás en este planeta para arreglar la vida de todos los que quieres. Esto no quiere decir que no te ocupes de ellos, pero de ahí a sentirte responsable de su felicidad hay una gran distancia. Te ayudaría mucho cambiar tu concepto de responsabilidad para que le pongas «un poco de sal» a tu vida. Esto te descargará de una gran presión inútil que, además, te impide vivir con alegría el momento presente.